Me pregunto que si soy la única que se da cuenta de ello o es que realmente los profesores no queremos cambiar nada y lo de aprender del error está condenado a formar parte solo de la teoría.
Cuando hago exámenes, los corrijo después entre todos y enseguida, les pido que guarden sus cosas y les vuelvo a entregar otro examen para ver si fueron capaces de aprender del error. Lo que suelo hacer (ya que estoy obligada a calificar) es sacar una media entre estos dos exámenes y así animar a mis estudiantes a aprender realmente del error. Con ello, he observado que muchos estudiantes al rehacer el examen corrigen los errores antes cometidos, pero se equivocan con alguna cosa que antes habían hecho bien. Tras reflexionar sobre eso llegué a la conclusión de que deberíamos ampliar la estrategia de aprender del error para aprender también del acierto. Reflexionar sobre lo que se hizo bien, por qué se dio una u otra respuesta, por qué se eligió presentar un trabajo a partir de tal o cual cosa, por qué se priorizó tal o cual información, etc. Concluí que muchas veces acertamos inconscientemente y que proceder conscientemente en la adquisición de nuestro conocimiento contribuye no solo a que aprendamos más, como también a que esos aprendizajes sean más duraderos en nuestra memoria.
Seguiré observando, y ya reflexionaremos sobre los resultados de este nuevo planteamiento (por lo menos para mí) de "aprender de los aciertos". De momento, parto de la hipótesis de este tipo de reflexión disminuye el sentimiento de fracaso, aumenta la motivación y ayuda a desarrollar el aprendizaje autónomo.
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