domingo, 20 de febrero de 2011

¿Qué falla en nuestras aulas?

Para mí la enseñanza es muy importante, tanto cuando soy yo la profesora como cuando soy la aprendiente. Así que si nos ponemos en los zapatos de ambos, puede que nos resulte más fácil descubrir dónde estamos fallando o qué está fallando en nuestra aula. Sí, porque no siempre somos nosotros los que fallamos, muchas veces es el alumno o las condiciones del sitio donde estamos impartiendo nuestras clases. No podemos hacernos responsables de todo en el proceso de aprendizaje, aunque sí, siempre podemos contribuir a reducir las dificultades, sea con la falta de material, sea con el alumno que no logra buenos resultados porque en casa sufre abusos sexuales del padre. Así que en clase trabajamos con muchos y distintos obstáculos y  muchas veces tenemos que hacer de asistente social o psicólogo, es decir, usar de mucha, mucha sensibilidad para aprender a leer en las caritas cuando no les gusta lo que están viendo o cuando les gusta. Para ello, suelo preguntarme si la clase que he preparado me interesaría. Me parece una buena medida, pero como no todos aprenden de la misma forma, a esa medida añado la lectura de los discurso no verbales de los jóvenes que están delante mía, esperando a que les sorprenda y les haga vivir algo que les interesa, que es la experiencia. Están deseando vivir la clase, pero muchas veces no saben decirlo con palabras lo que hace que en un momento de furia les preguntemos "¿es que no queréis nada de la vida?". Y ellos simplemente se callan y se encierran en su mundo. Dice un refrán chino "Háblame algo y lo olvidaré; enséñame algo y lo recordaré; hazme partícipe de algo y lo aprenderé". A mí siempre me ha parecido que eso es lo que algunas veces ha fallado en mis aulas, que no les estoy haciendo partícipes de la clase y más de  una vez me ha desesperado admitir hasta entre lágrimas que no sabía cómo hacerlo. Y no es que ahora lo sepa, sino que ahora me lo planteo, me parece un buen comienzo.

1 comentario:

  1. Hola Maria,

    Me quedo con tu permiso con el refrán: "Háblame algo y lo olvidaré; enséñame algo y lo recordaré; hazme partícipe de algo y lo aprenderé".

    Un abrazo,

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